miércoles, 24 de junio de 2009

Día del Socorrista !


Si Un día alguien me pregunta porque soy socorrista, les contestaría: SOY SOCORRISTA:

Porque el cansancio, el hambre y el frío y hasta el peligro que entraña el servicio al prójimo no es una carga, por el contrario, tengo el enorme privilegio de servir al hermano caído en desgracia, a cambio de la recompensa más grande que puede haber: el haber cumplido con mi deber y la misión que cruz roja ha depositado sobre mis hombros en servicio de la humanidad.

Porque creo que estoy convencido de que todavía existen personas capaces de hacer el bien en forma desinteresada, y por ello amo a la Cruz Roja, aprecio y admiro a mis compañeros y me enorgullezco de mi corporación.

Porque no puedo ceder en mi esfuerzo, tengo el deber moral de continuar con mi servicio en nombre de todos aquellos compañeros que han caído en el cumplimento de su deber. A cada guardia llegaré como si fuera el primer día, cubriendo emergencias con el mismo entusiasmo y alegría.

Porque no existe sueño más dulce, ni descanso mas profundo que el producido por el agotamiento de una guardia de horas de servicio intenso, cargando camillas, rescatando y salvando, yendo y viniendo en ambulancia, atendiendo y auxiliando a todo aquel que aquel día necesitó de nosotros.

Sí, soy socorrista, porque aún con la carga de los años, el cansancio de la edad me impidan continuar en el servicio activo: al escuchar una sirena mi peco vibrará de emoción, mis ojos se humedecerán de nostalgia y pediré a Dios: “Señor, Protegelos, guíalos con bien, cuídalos, van a salvar una vida, permite que lo hagan y que retornen a su base sanos y salvos… en su hogar… alguien los espera”